Howard Gardner propuso hace décadas que no hay una sola forma de ser inteligente, sino muchas. Esta idea, conocida como teoría de las inteligencias múltiples, nos ayuda a entender mejor por qué algunos niños destacan en áreas que no siempre son valoradas en la escuela tradicional.
Las inteligencias más reconocidas son: lingüística, lógico-matemática, espacial, musical, corporal-kinestésica, interpersonal, intrapersonal y naturalista. Tu hijo puede tener una combinación de varias, pero es probable que una o dos se manifiesten con más fuerza.
Observar qué le apasiona, cómo resuelve problemas, cómo se comunica o cómo aprende te puede dar pistas. Por ejemplo, un niño con inteligencia musical tiende a recordar melodías, captar ritmos y usar la música para concentrarse o relajarse.
Conocer su tipo de inteligencia te ayudará a ofrecerle actividades adecuadas, reforzar su autoestima y acompañar mejor su forma única de aprender.